Columna de opinión. Por Loreto Álvarez Amado, coordinadora regional del Proyecto GEF Humedales Costeros en la región del Biobío.
«Un desarrollo urbano en equilibrio con la conservación ambiental, especialmente con los humedales, no solo es una tarea esencial a nivel global, sino urgente. Bajo esta premisa, hace unos días como Proyecto GEF1Humedales Costeros, junto a las Secretarías Regionales del Ministerio del Medio Ambiente y del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) de la región del Biobío, realizamos un seminario en donde se destacó la importancia de la planificación territorial como una herramienta fundamental para la protección de los humedales y la integración de estos en el tejido urbano.
La crisis climática, representada entre otros, por el aumento de la temperatura global, ha alterado el ciclo hidrológico. Es así como en algunas regiones se experimenta mayores precipitaciones y posiblemente mayor riesgo de inundaciones, mientras que en otras zonas se experimentan periodos de sequía más prolongados. Por otro lado, este aumento de temperatura está relacionado con el aumento en la frecuencia y severidad de incendios forestales siendo desastres catastróficos, tanto para los ecosistemas como para las comunidades.
En este contexto, los humedales desempeñan diversas y valiosas funciones en el ecosistema. Entre sus principales funciones, se incluye la regulación de los procesos hidrológicos, la capacidad de retener carbono, la mitigación de inundaciones fluviales, la protección contra efectos de tsunamis y marejadas, su uso como espacios de recreación e investigación, además de albergar una amplia variedad de especies de flora y fauna. Sin embargo, aún existen diversas amenazas que ponen en peligro la existencia de estos ecosistemas, siendo la principal de ellas el cambio de uso de suelo debido a la expansión urbana e industrial. Es por esto que la preservación de los humedales se vincula estrechamente con la construcción de ciudades más resilientes, capaces de afrontar los desafíos del cambio climático. Una planificación territorial que integre a los humedales en el tejido urbano y promueva su protección es esencial para garantizar un futuro en el que podamos coexistir de manera equilibrada con la naturaleza.
La ciudad de Concepción, ubicada en la región del Biobío, forma parte de un área metropolitana que incluye diversas comunas como Talcahuano, Hualpén, Tomé, Penco, San Pedro de la Paz, Coronel, entre otras, y que cuenta con diversos cuerpos de agua, destacándose los humedales. Vivimos en coexistencia con estos ecosistemas, los cuales requieren de una planificación territorial que los integre. Esto implica el diseño de ciudades que comprendan y valoren la importancia ecosistémica que poseen. No se trata solo de evitar y prohibir la construcción en estas áreas, sino de comprender su papel esencial en el bienestar de la población y diversidad ecológica que albergan, requiriéndose, por lo tanto, de políticas públicas intersectoriales de conservación, para ecosistemas vulnerables y de alto valor ambiental como los humedales.
Es necesario y apremiante reflexionar sobre nuestra responsabilidad como sociedad. ¿Seguiremos permitiendo que desaparezca la valiosa superficie de humedales? Cuando menciono sociedad, me refiero también al Estado y a propietarios de estas áreas, quienes deben asumir el compromiso de proteger un bien común. Sin embargo, es desalentador observar que en Chile, en la mayoría de los casos, prevalece el interés particular por encima de este bien común.
¿Se seguirán sacrificando estos ecosistemas en aras de un desarrollo que a menudo provoca anegamientos, disminución de áreas de recreación y la fragmentación de hábitat de diversas especies?. Es imperativo evaluar si el desarrollo que queremos es a expensas de los humedales o bien, integrándolos y protegiéndolos en nuestros instrumentos de planificación territorial. Si es así, debemos considerar la proyección del cambio climático en dicha planificación. El desafío no radica solo en proteger y conservar los humedales, sino en tejer una red de acción y de colaboración entre instituciones públicas, academia, comunidades locales, organizaciones no gubernamentales y el sector privado. Red y trabajo que la sociedad civil ha impulsado y ha tejido desde hace años.
Los humedales permiten abrir espacios de discusión y participación ciudadana, siendo también una oportunidad para la creación y fortalecimiento de gobernanza asociada en su protección. En este sentido, el seminario “Humedales y construcción sustentable. Un enfoque integral para el diseño y planificación territorial”, fue una muestra del interés que existe por avanzar hacia esta meta, al ser la primera vez que MINVU y Medio Ambiente, desde las políticas públicas, se unen para abordar el tema. Como muestra de un compromiso en esta materia, durante el seminario se firmaron dos convenios entre la Fundación Cosmos, la Municipalidad de Hualpén y la Municipalidad de Concepción para desarrollar proyectos de infraestructura y señalización que fortalezcan la gestión y conservación de estos ecosistemas.
Es tiempo de tomar decisiones informadas y responsables que prioricen la protección de los humedales. Hacia este tipo de compromisos debemos apuntar. Es esencial comprender que el cuidado de los humedales no es solo una responsabilidad, sino una inversión en el bienestar a largo plazo de la región, y por qué no del país, sus habitantes y su entorno natural, construyendo así un legado de resiliencia y sostenibilidad para las futuras generaciones y el patrimonio natural».