Imagen: Humedales de Queule. Autor: Claudia Silva.
[Columna de opinión] El territorio costero de la región de La Araucanía es reconocido por la existencia de una red de cuencas costeras, que dan origen a los humedales de Monkul, del Lago Budi, y del rio Queule, estos tres ecosistemas se intercalan con la desembocadura de los ríos Imperial y Toltén, conformando un continuo de hábitats acuáticos fundamental para la nidificación, reproducción, alimentación y descanso de más de 120 especies de avifauna entre residentes y migratorias, además de ser el hábitat: de coipos, rana grande chilena, huillines, huiñas, pudúes, entre otras especies amenazadas de la región.
En este corredor biológico costero, se destacan los humedales del rio Queule que pertenecen a una pequeña cuenca costera que descarga sus aguas en la localidad de Caleta Queule. Al recorrer este territorio es posible maravillarse al descubrir sus distintas formaciones: lagunas costeras de agua dulce; ríos y arroyos permanentes; pantanos de agua dulce; bosques pantanosos, estuarios, cordones dunarios y extensas playas. Esta transición de un ambiente completamente salino a uno totalmente de agua dulce, permite la presencia de una importante diversidad de especies de flora y fauna; a lo anterior, se suma el valor histórico y cultural, que hace este lugar único.
Es por ello, que desde nuestro institución hemos asumido el desafío de trabajar con fuerza e ímpetu en mantener vivo el espíritu de este ecosistema, el cual fue incluido en el año 2002 como uno de los once sitios prioritarios de biodiversidad en la Estrategia Regional de Biodiversidad y su plan de acción, considerando varios elementos como: su invaluable cultural, su biodiversidad, amenazas, presencias de especies en categorías de conservación y/o especies endémicas, entre otros aspectos.
Así también, se han realizado cuantiosos esfuerzos, a los largo de los años, por levantar mayores antecedentes de este ecosistema a través de diversas consultorías financiadas por el Ministerio del Medio Ambiente, permitiendo con ello, su priorización como uno de los Pilotos del proyecto GEF de “Conservación de humedales costeros de la zona centro sur de Chile, Hotspot de biodiversidad, a través del manejo adaptativo de los ecosistemas de borde costero”.
A través de este proyecto esperamos contribuir a la valorización de los humedales de Queule y su cuenca aportante, mejorar su estado ecológico e integrar el manejo sustentable en las principales actividades económicas del territorio, con la activa participación de los actores locales, sector públicos y privados, y las entidades regionales y nacionales que tengan competencia en el territorio o que aporten a los objetivos del proyecto.
Como SEREMI del Medio Ambiente, creemos fundamental seguir avanzando como país en el desarrollo de este tipo de proyectos o iniciativas que apunten al conocimiento, valorización y protección de los humedales, y en particular de los humedales costeros, que son reconocidos como ecosistemas claves para el desarrollo, la disminución de la pobreza y la adaptación o mayor resiliencia a los efectos del cambio climático.
Es por esto, que desde mi rol como Secretaria Ministerial de la cartera ambiental, invito a los actores públicos y privados a trabajar en conjunto por la protección de los humedales de La Araucanía, donde la educación y la participación ciudadana deben ser los ejes fundamentales para implementar iniciativas de conservación que permitan que estos ecosistemas sigan siendo parte de nuestro patrimonio natural.
Paula Castillo, Seremi del Medio Ambiente, Región de La Araucanía.