[Columna de opinión] La Región de O’Higgins alberga diversos territorios naturales que requieren de una figura de protección legal. Contamos con bosques nativos, cerros con rica biodiversidad, zonas cordilleranas que albergan glaciares, lagos, zonas costeras con bosques sumergidos en el mar y humedales, estos últimos con una belleza escénica que conmueven.
Los humedales son una fuente rica en biodiversidad, alojan gran variedad de especies cuyo equilibrio permite la vida ecosistémica del territorio, además de esto, tienen la capacidad de retener y almacenar agua para consumo humano, algo tan valioso para esta crisis hídrica que enfrentamos producto del cambio climático, por ello es preocupante su fragilidad, donde la expansión urbana, la agricultura intensiva, o cualquier intervención al cuerpo de agua, puede afectar o alterar la vida y sostenibilidad de este territorio.
En Chile tenemos la Ley 21.202 del Ministerio del Medio Ambiente, cuyo objetivo es la protección de humedales urbanos para asegurar su ecosistema. Éstos pueden estar ubicados completamente o una parte de éste en la zona urbana de la comuna. Su forma de declaración es por solicitud del municipio o por el mismo Ministerio del Medio Ambiente, donde la Seremi de la misma cartera analiza admisibilidad y contenido de las solicitudes municipales para su declaración, trabaja en conjunto con el Municipio la elaboración de un expediente público, análisis cartográfico, visitas a terreno de verificación de criterios de delimitación.
Nuestra Región avanza en humedales de distinta escala, sean costeros, de valle o cordilleranos, contamos con 3 humedales declarados, estos son: Petrel (Pichilemu), Bucalemu (Paredones), Vegas de Pupuya (Navidad). También tenemos algunos con revisión jurídica final previo a la dictación, los cuales son: Purén-Idahue (Coltauco) y El Ancho (Pichilemu); además estamos trabajando con los municipios de Navidad y Las Cabras para futuras solicitudes, como el caso del Estuario La Boca y Río Cachapoal.
Durante el 2022 concretamos una alianza con el Gobierno Regional para coordinar la creación del Comité Regional de Humedales, que permitirá: apoyar a la Gobernanza Local de los que se ubican en zonas Urbanas (tal como lo indica la Ley 21.202), explorar figuras de protección legal para los que están en zonas rurales, y finalmente orientar la investigación asociada a estos cuerpos de agua que permitan facilitar las figuras de protección y/o las medidas necesarias para mitigar efectos, características o circunstancias en el humedal.
Como Seremi de Medio Ambiente O´Higgins, llevamos la coordinación técnica de la Mesa Aguas Limpias para Colchagua y el Consejo Directivo del Cachapoal, que tienen una data de 20 años. De estas iniciativas público-privadas nace el Programa de Vigilancia de Calidad de Aguas, que ha permitido recopilar datos para la elaboración del proyecto de Norma Secundaria de Calidad de Aguas de la Cuenca Rapel, apoyar acuerdos de producción limpia, proporcionar información validada para los órganos fiscalizadores, trabajar la educación ambiental con pertinencia local y colaborar en la entrega de datos para fines de calidad de agua para riego, saneamiento, líneas de base, entre otros.
Respecto a los Humedales Costeros, en el año 2017, Cáhuil fue seleccionado como uno de los 5 sitios pilotos del proyecto GEF Humedales Costeros que estudia la dinámica ambiental y la sostenibilidad de las actividades que coexisten en el humedal (turismo, salineras, viviendas y acuicultura) y su cuenca aportante, cuyo fin es la obtención de un plan de gestión modelo para humedales costeros de la zona mediterránea. El año 2022 pudimos concretar un protocolo de manejo mecánico de la barra de arena que conecta la laguna con el mar (fue elaborado en conjunto con el municipio de Pichilemu), cuya apertura depende de condiciones ambientales de la laguna (nivel de agua, salinidad, Temperatura y oxígeno disuelto), datos entregados por las boyas telemétricas que fueron instaladas en el mes de diciembre, como un compromiso de nuestro Ministerio y del Gobierno del Presidente Gabriel Boric.
En la lógica de protección de estos hot-spot de biodiversidad, nuestro desafío 2023 será generar ciencia ciudadana, por ello implementaremos un monitoreo ciudadano utilizando índices biológicos para ríos y riberas que permita tener una línea base ambiental con enfoque ecosistémico, para lograr esto, dictaremos jornadas de capacitación en materia de humedales que serán apoyadas por los municipios interesados. Finalmente, los esfuerzos que realizamos como Gobierno Ecológico deben ir apoyados por una sociedad civil educada, sensibilizada y comprometida con el cuidado de la naturaleza, acá no sobra nadie y nuestra biodiversidad nos necesita a todos y todas. ¡Seguimos!
Giovanna Amaya, Seremi del Medio Ambiente de la región de O’Higgins.