Con el objetivo de resaltar la importancia de los Humedales y la necesidad de especial protección para estos espacios como hábitat y lugar de nidificación de aves y otras especies, la Seremía del Medio Ambiente de la región de Coquimbo y el equipo del Proyecto GEF Humedales Costeros de la Desembocadura del Río Elqui, iniciaron en febrero de este año la campaña “Playa Sin Ruedas”. Desde entonces, se mantienen en un importante trabajo de sensibilización sobre la importancia de resguardar los humedales, playas y dunas del ingreso de vehículos motorizados.
Esta iniciativa tuvo su marcha blanca en febrero, a modo instalar la temática, a la espera de la temporada de nidificación del Pilpilén y el Chorlo Nevado que comenzará en septiembre 2021. Se pretende que las personas reconozcan la importancia de conservar estos ecosistemas, y se instale con claridad que el ingreso de vehículos motorizados a playas, dunas y humedales a lo largo del territorio nacional está prohibido.
A través de la difusión de contenidos informativos por redes sociales y una serie de entrevistas en medios de comunicación, esta campaña quiere posicionar el mensaje, y sensibilizar a la comunidad respecto de la importancia de la conservación de estos ecosistemas, al daño y decrecimiento de las poblaciones de Pilpilén y Chorlo Nevado. También se hace crucial visibilizar el contexto amenazas y degradación permanentes a las que se enfrentan los humedales en general, especialmente por las prácticas no sustentables y el cambio climático.
En el marco de la Campaña «Playa Sin Ruedas», se convocó a diversas autoridades para hacer un recorrido guiado, desde Faro Monumental de La Serena hacia el sector de dunas cercano a las áreas de nidificación de aves playeras, en la Región de Coquimbo. La actividad fue realizada con el fin de dar a conocer a las autoridades regionales el hábitat del chorlo nevado y el pilpilén, para así trabajar en conjunto por su conservación. Se contó con la presencia del Capitán de Puerto de Coquimbo Matías Cánovas, el director de la Dirección de Turismo y Patrimonio de la Municipalidad de La Serena Claudio Godoy, y la encargada del Depto. de Protección del Patrimonio de la Municipalidad de La Serena.
En el lugar de cierre, a modo de cierre del recorrido, se realizó una actividad educativa para reflexionar sobre el daño que genera el tránsito ilegal de vehículos en las playas.
El Proyecto GEF Humedales Costeros se enfoca en los humedales costeros, especialmente entre las regiones de Coquimbo y La Araucanía, porque pertenecen a la denominada Ecoregión Mediterránea chilena, la cual es uno de los 36 sitios prioritarios para la conservación de la diversidad biológica a nivel mundial, entre otras razones, porque ya tiene menos de un 15% de la capa vegetal original, y en estado muy fragmentado.
Protección de áreas de nidificación de aves
A pesar de la gran importancia de estos ambientes, hoy lamentablemente existe una presencia y tránsito constante de vehículos motorizados por playas, dunas y humedales de la Región de Coquimbo, quienes transitan a gran velocidad sin tener precauciones con la biodiversidad presente. A esto se suma la gran cantidad de perros, que atacan a los polluelos y a los huevos. Debido a estas causas, el estado de conservación del pilpilén común y del chorlo nevado en Chile es de Casi Amenazado (NT) y Vulnerable (VU), respectivamente. Sus poblaciones han disminuido y sus éxitos reproductivos en Chile son cada vez más bajos. Monitoreos recientes de la Red de Observadores de Aves de Vida Silvestre (RedAves) reportan que entre el Faro y la desembocadura del río Elqui no se han registrado nidos de chorlo nevado, y solo el 1% de los huevos de pilpilén puestos en la temporada estival de 2019 y 2020 ha sobrevivido hasta llegar a adulto.
El pilpilén se distribuye en las costas desde Estados Unidos hasta Sudamérica, mientras que la subespecie occidentalis del chorlo nevado se distribuye en las costas desde Ecuador hasta Chile. En Chile, estas aves habitan desde Arica a Chiloé, utilizando las zonas húmedas de la playa para alimentarse, y las zonas secas cercanas a humedales y desembocaduras para nidificar. El pilpilén, también llamado ostrero americano, se alimenta principalmente de moluscos, para lo cual utiliza técnicas de martilleo, sondeo o apuñalamiento, mientras que el chorlo nevado se alimenta principalmente de artrópodos, como pulgas de mar y otros crustáceos, que captura desde la retirada de las olas.
La campaña #PlayaSinRuedas busca educar a la comunidad, entendiendo el impacto que genera el ser humano al intervenir las dunas y playas. El llamado es a tomar conciencia de las malas prácticas ambientales y reforzar la importancia de trabajar en conjunto por la conservación de la flora y fauna del borde costero.