Los humedales del Río Queule se ubican en la comuna de Toltén en la Región de La Araucanía. El río Queule desemboca en el mar, en la localidad de caleta Queule, donde se extraen variados recursos marinos destinados al consumo local y la venta.
De acuerdo con el catastro de humedales desarrollado por CONAMA en 2008, la comuna de Toltén cuenta con la mayor superficie de humedales, con más de 5.700 hectáreas, siendo la cuenca costera del Río Queule la que concentra la mayor cantidad de estos espacios naturales.
Según la clasificación de RAMSAR existen cinco tipos de humedales en la cuenca del río Queule: lagunas costeras de agua dulce (lagunas Patagua y Tromén); ríos y arroyos permanentes (ríos Boldo, Boroa y Queule); pantanos de agua dulce (praderas inundadas Toltén sur); humedales boscosos (bosques de temo y pitra a orillas del río Boroa); y humedales estuarinos (estuario de Queule).
En el año 2002, en el marco de la Estrategia Nacional de Biodiversidad, se identificaron los humedales de la cuenca Río Queule como “Sitio Prioritario de Biodiversidad”.
La comuna de Toltén se caracteriza por tener una alta población mapuche, equivalente a un 42,3% del total de habitantes. Según el registro de comunidades de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), existen 38 comunidades indígenas en la cuenca del Río Queule, mientras que en la zona aledaña a los humedales del Río, existen 20.
Según un muestreo en el área de la desembocadura del Río Queule, respecto de la calidad del agua en esa zona, los valores de temperatura y pH se encuentran dentro de los estándares requeridos para el uso recreativo con contacto directo y para el desarrollo de vida acuática. Asimismo, según la Guía de CONAMA de 2004, los valores obtenidos corresponden a la Clase 2, considerada de buena calidad y adecuada para la protección de las comunidades acuáticas y para riego irrestricto. Por otra parte, de acuerdoa Hounslow 1995 las aguas se encuentran dentro de la clasificación de neutras. La conductividad eléctrica se registró de manera similar entre los puntos cercanos a la desembocadura, sin embargo, aumenta considerablemente aguas arriba.
La concentración de oxígeno disuelto se presenta mayor en la zona cercana a la desembocadura y, de acuerdo a la Norma Chilena 1333 Of. 78, los valores obtenidos se encuentran dentro de los estándares aptos para el desarrollo de la vida acuática.
La vegetación en el área del humedal corresponde a vega, con Juncos sp. como especie dominante. Otras formaciones con representación superficial importante en el humedal son el renoval semidenso y abierto, y bosque nativo adulto denso.
La comunidad más típica es la de de roble-laurel (Nothofagus oblicua-Laurelia sempervirens), olivillo (Aextoxicon punctatum) y ulmo (Eucryphia cordifolia). Solo un 38,3% de la cuenca posee cubierta de vegetación nativa, en tanto que el 40,2% de la superficie de ella corresponde a plantaciones.
Las especies de aves más comunes en el humedal corresponden a cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus), tagua chica (Fulica armillata), gaviota dominicana (Larus maculipennis), pato jergón grande (Anas geórgica) y queltehue (Vanellus chilensis). Entre las especies migratorias registradas destaca pitotoy chico (Tringa flavipes), zarapito pico curvo (Numenius phaeopus), gaviota de Franklin (Larus pipixcan), rayador (Rynchops niger), zarapito de pico recto (Limosa haemastica) y golondrina chilena (Tachycineta meyeni), la cual migra dentro de Chile.
Los mamíferos potenciales y que han sido registrados en el humedal son güiña (Leopardus guigna), quique (Galictis cuja), chingue (Conepatus chinga) y zorro colorado (Lycalopex culpaeus), entre otros. Cabe destacar la presencia del huillín (Lontra provocax), que se encuentra catalogado En peligro.
En cuanto a fauna íctica potencial en la zona del humedal de Queule, se encuentra pejerrey chileno y marino, robalo y lenguado, además de la introducida trucha arcoíris.
La pérdida de bosque nativo, con el objetivo de habilitar terrenos para el desarrollo de la agricultura, ganadería y/o para plantaciones forestales de pino y/o eucalipto, ha afectado la biodiversidad, ya que modifica el hábitat de especies tanto vegetales como animales. Esta deforestación y sustitución del bosque nativo es una de las principales amenazas a los humedales de Queule, así como también la erosión del suelo, que provoca pérdidas en la fertilidad y en la capacidad productiva de estos. Producto de la erosión se produce depósito de sedimentos en los humedales, los cuales producen modificaciones en estos ecosistemas que pueden perjudicar a las especies de flora y fauna.
Otro foco de contaminación corresponde a las aguas servidas, por lo que se hace necesario una planta de tratamiento para el sector de Queule, ya que no cuenta con alcantarillado, por lo que todo el flujo es descargado al río. Por otra parte, la actividad silvoagropecuaria provoca que se contaminen los cursos de agua con sustancias químicas (fertilizantes y agroquímicos), y materiales que modifican el ambiente acuático, provocando efectos nocivos en la flora y fauna.
Las obras de drenaje y relleno de humedales para uso agrícola y ganadero es una de las prácticas más comunes en las zonas rurales. Con ello se modifica el ambiente en el que se desarrollan especies fundamentales para mantener el equilibrio de los ecosistemas, ya que se busca secar un terreno para establecer cultivos agrícolas o praderas para alimentación de ganado, práctica que afecta a los servicios ecosistémicos que proveen los humedales.
La introducción de especies invasoras, como plantas, animales u otros organismos introducidos intencional o accidentalmente, son otro factor de riesgo, ya que degradan y destruyen la biodiversidad local. Uno de los casos más críticos es la introducción del visón, especie muy voraz y destructiva.
Por todo lo anterior, se hace necesaria la implementación de Planes de Gestión Integral de la Cuenca de los Humedales de Queule, esdecir, acciones o medidas de restauración ecológica, control de amenazas y buenas prácticas, determinadas a través de un proceso participativo que incluya a los actores locales.
También se requiere apoyo para la implementación de actividades económicas sustentables asociadas al humedal, incorporando cadenas de valor, estudios de mercados y fortalecimiento del capital social (aviturismo, viveros, gastronomía, rutas turísticas, entre otras), a través de capacitaciones para organizaciones comunitaria y líderes locales sobre gestión sustentable de humedales. Finalmente, otro de los desafíos en este humedal es consolidar la creación de áreas verdes y espacios físicos o infraestructuras sustentables (pasarelas, zonas avistamiento, etc.) para la puesta en valor de todo el ecosistema.
El trabajo en el sitio piloto está fundamentalmente orientado al desarrollo de programas integrales, coordinados y participativos, que establezcan medidas concretas de restauración, monitoreo, planificación territorial y manejo sustentable. Además, se trabaja en la aplicación de buenas prácticas y criterios ambientales en distintos sectores productivos, junto con el fortalecimiento de los medios de vida de las comunidades asociadas al humedal, mediante el apoyo al desarrollo de actividades productivas innovadoras y sustentables.
Principales acciones desarrolladas a la fecha:
Difusión y educación
Investigación
Fortalecimiento de marcos normativos
El Comité Técnico Local del humedal del río Queule, está conformado por: